Los primeros pasos de Basi se remontan a 1944, año en el que Mercedes Sabi instaló un taller artesano que fue el verdadero origen de lo que es el grupo hoy en día. Durante la década de los cuarenta, era en ese taller donde se fabricaban las prendas de punto de más alta calidad de Barcelona, que acababan comercializándose en los más célebres y prestigiosos establecimientos del país.
La pasión por el sector textil se trasladó de padres a hijos y en 1958, la empresa empezó a echar raíces cuando los hijos de Sabi se hicieron cargo del negocio familiar y crearon la firma Basi. Ese mismo año, los hermanos trasladaron el taller a una nave del barrio barcelonés de Gracia.
La calidad ha sido siempre el sello distintivo de la firma, que ya en sus comienzos se distinguía por buscar la excelencia en cada una de las piezas que sacaba al mercado. Esa incansable perseverancia derivó en la necesidad de ampliar el negocio, pues a medida que la sociedad evolucionaba, también cambiaban los clientes de Basi y se acotaban en un público cada vez más joven.